Hay algo que no se puede explicar con palabras, y es que la creatividad produce bienestar. Así es, la creatividad es el acceso más fácil a la felicidad, y los pensamientos positivos te llevan a ser creativo. Somos más creativos cuando estamos de mejor humor, es un círculo virtuoso que hay que valorar: si eres positivo serás más creativo y si eres creativo serás más feliz.
Debido a mutaciones aleatorias, hay personas que han desarrollado un sistema nervioso en el cual el descubrimiento de novedades estimula los centros de placer en el cerebro. El profesor de psiquiatría de la Universidad de Nueva York Manuel Trujillo ha asegurado que sin esta inclinación hacia la novedad, a «crear objetos, vivencias o experiencias nuevas» la historia de la Humanidad «no se explicaría» y a su juicio, «sentirse creativo da cierta gracia a la vida«. Pensamientos que compartimos plenamente.
En la psicología positiva, por ejemplo, las investigaciones de Alice Isen muestran que un estado de ánimo alegre amplía los procesos del intelecto y facilita el pensamiento creativo. Esto es real, cuando nos sentimos bien somos capaces de examinar más alternativas, nos aferramos menos a una idea concreta y estamos más predispuestos a desechar conclusiones prematuras. En resumen, cuando nos sentimos a gusto nuestro pensamiento es más creativo, flexible, amplio y abierto. Un estado de ánimo alegre amplía los procesos del intelecto y facilita el pensamiento creativo.
Ser creativo fortalece el carácter, las emociones y el intelecto, fundamentos que permiten construir una mejor calidad de vida y proyección personal.
¿Cuál es la relación entre creatividad y felicidad?
En principio, radica en que las dos procuran el bienestar humano. La creatividad contribuye al logro de las metas personales y a una relación más constructiva con el entorno y, en consecuencia, ayuda a mejorar la confianza en uno mismo. Hacer algo que se te da bien y perderte en ese momento de disfrute tiene un impacto inmediato en tu estado de ánimo. Te hace feliz. Esta es la razón por la cual la creatividad es tan placentera, no importa donde tenga lugar.
El «impulso creativo» nace de la búsqueda de la perfección, de la curiosidad y la felicidad. Y está demostrado que la desesperanza y el convencimiento de no poder conseguir nuestros objetivos vitales, dificulta el proceso creativo y, en muchos casos, desemboca en un estado de depresión, el cual hay que evitar siendo creativos.
Por lo tanto, esta claro que trabajar la creatividad ayuda a ser feliz, así que a darle cabida a los pensamientos positivos!!