En un mundo en el que todo se desplaza y todo avanza, el que pretende quedarse parado se queda irremisiblemente atrás.
La creatividad es lo que te hace diferente a los demás, la que hace que tengas cosas que aportar al mundo, a tu entorno, a tu familia y a ti mismo. Nuestras vidas actuales con sus exigencias urgentes y constantes hacen difícil la creatividad, por eso necesitamos hacer un intento consciente para ser más creativos.  Tomar conciencia de las capacidades creativas que todos llevamos dentro y de la necesidad de usar dichas capacidades en un entorno laboral muy competitivo y tecnológico.

Crear no es una actividad especial, sino solo dirigir las conexiones mentales normales mediante un proyecto creador usando nuestro conocimiento adaptativo.  El aprendizaje de la creatividad consiste en adiestrar y relacionar nuestro sistema productor de ocurrencias.  Hay que entrenar y educar la inteligencia que opera a nivel inconsciente en nosotros para empezar a conseguir buenas ideas. Lo importante es construir un inconsciente creativo que luego se convierta en un hábito.

Un ejemplo interesante es el caso de Steve Jobs que después de dejar la universidad, seguía presenciando algunas clases y una de ellas fue la clase de tipografía. Cuando años después Apple lanzó Macintosh, una de las novedades fue que ese ordenador tenía diversos tipos de fuentes. Un conocimiento que parecía sin conexión ninguna con el conocimiento central paso de pronto a tener esa conexión.  Estas son las maravillas de las conexiones mentales, usando referentes y aplicando nuestra inteligencia y conocimientos.