La cultura del logro de objetivos en poco tiempo y sin planificación, ya sea como algo personal o imperante en algunas organizaciones empresariales, está generando conductas que llevan al estrés, y no permiten instancias de creatividad organizadas para resolver de mejor manera las tareas y desafíos. Por ello, que lo mejor es una adecuada gestión del tiempo cuando se realiza un gran esfuerzo, sin objetivos claros y sin descanso. El cansancio no permite crear ni pensar.
Pero también está el otro contrapunto, que es el desaprovechamiento del tiempo, no saber que hacer con él, y estar constantemente preguntándonos el cúando empezar con alguna actividad que tenemos en la cabeza.
Lo primero que hay que recordar es que el tiempo es limitado, escaso, no renovable, por lo tanto necesita ser administrado de una manera organizada y con motivación. La planificación de este recurso dependerá del entorno en el que nos movemos y lo que nos afecta en ese momento (aquí entramos al tema emocional y físico). Entonces, como el tiempo es un bien escaso, hay que poner en marcha estrategias para aprovecharlo al máximo.
A continuación, te damos algunos consejos a considerar:
1) Cuota de improvisación y disciplina
Como decía William Shakespere: «Las improvisaciones son mejores cuando se preparan«. Es por ello, que son condiciones fundamentales la convivencia entre la improvisación y la disciplina, ya que cuanta más creatividad requiera una actividad, más alto grado de improvisación será necesario, pero dicha improvisación debe encajar en los tiempos planificados y establecidos previamente en cada proyecto, por lo que su correcto manejo, hará que la productividad se dispare con los mejores resultados.
2) Claridad en las prioridades y focalización
Pregúntate cúales son tus objetivos o la meta a conseguir y luego focalízate. Si no sabes lo que quieres, qué quieres hacer, a dónde quieres ir, es más fácil perder el tiempo en cosas que no aportan nada. Entonces, para poder conseguir tu foco de atención, necesitas claridad en tus objetivos y prioridades. No te limites solo a soñar o a hablar de lo que podrías hacer o no, es necesario actuar y ponerse manos a la obra.
El tiempo sin atención no vale nada, es completamente inútil. Lo importante es el foco, la concentración para algo, llegar a ese estado pleno.
3) Productividad y la toma de decisiones
¿Qué es la productividad?: es hacer mucho en poco tiempo. O de otra manera, la gestión del tiempo permite administrar el trabajo de forma que se obtenga la mayor productividad posible con el menor riesgo añadido. Lo ideal, es llegar a hacer el 20% de las acciones que producen el 80% de los resultados y dejar de hacer el resto: esto sería ya lo óptimo del aprovechamiento del tiempo, aunque una parte de la productividad tiene que ver más con la gestión de nuestra mente que con la gestión del tiempo.
El foco no es una cuestión de gestión del tiempo, sino una cuestión de gestión de decisiones, el cual actua el cerebro (nuestra mente). Saber decidir, priorizando lo esencial para dedicar nuestro limitado tiempo a lo que realmente nos ayudará a conseguir lo que queremos. Aprender a tomar decisiones te ayudará a delimitar tu búsqueda y definir el foco.
4) Organización mental y planificación
El cómo llevar a cabo una tarea requiere de una organización mental, el cual ayudará a definir la planificación del tiempo y las tareas para llevar a cabo. Si no hemos planeado previamente qué hacer, cuando tengamos ese tiempo libre no lo aprovecharemos, y será un tiempo perdido que, como sabemos, ya no vuelve, no es renovable.
El tiempo es un concepto mental, pero la disponibilidad en ese momento que queremos hacer algo, es otro tema.
5) Dosificar nuestras energías
Nuestra energía mental va disminuyendo de a poco tras cada decisión. Por eso, es conveniente intentar salvaguardar un poco de esa energía. Por mucho que intentemos ser lo más racionales y eficientes posible, no podemos seguir tomando decisión tras decisión sin pagar un precio por ello. Tim Ferriss habla de “decision fatigue”: el cansancio producido por las decisiones que tenemos que tomar a lo largo del día.
Hay que tener cuidado con el multitasking (realizar muchas tareas a la vez), y el “blurring” (mezclar el trabajo con el ocio). En conclusión, si no dispones de atención, no tienes tiempo.
6) Tomar descansos productivos
Es necesario hacer una pausa en tus tareas, el cerebro necesita oxigenarse. Dale a tu mente y cuerpo el descanso que necesitan para recargar energías y todo fluirá más fácil.
El tiempo para el descanso ayuda a quedar equilibrado y estar en tu centro, para que cuando dispongas del nuevo tiempo para la tarea, te pongas de lleno en tu objetivo.
Asegurate de invertir bien ese descanso. Si no te das un momento para ti, te arriesgarás a desgastarte hasta el punto en que tu creatividad ya no funcione. Distráete, relájate y sácale el jugo a ese tiempo haciendo cosas que te hagan feliz.
En conclusión, el tiempo es uno de los factores más importantes para el desarrollo de la creatividad.
El tiempo es el momento cuantificable que da cabida a que nuestras neuronas (un recurso tan abundante) hagan su trabajo, y logremos la efectividad en nuestra tarea objetivo, y podamos despertar la creatividad que llevamos dentro. Las neuronas pueden maximizar el uso del recurso tiempo, pueden transformar todos nuestros resultados, crear oportunidades, apuntar caminos, encontrar soluciones inesperadas. La mayoría de las veces, no utilizamos ese vasto recurso y esperamos que el tiempo que es escaso, resuelva todos los problemas, y dejamos a las neuronas que son abundantes, fuera de acción.
Se que no es fácil el manejo del tiempo, y ordenardos y priorizar, pero es un trabajo del día día, que se puede conseguir con un foco.
Y algunas preguntillas… ¿Dispones de tiempo a la semana para dejarte volar con tu creatividad? ¿Cúanto le dedicas a una actividad creativa? ¿Qué puntos de los que se mencionaron anteriormente te faltarían para conseguir un mejor manejo del tiempo? Espero te haya gustado el post! cuando quieras dame tu feedback.